El capital y los usuarios están dispersos en el creciente laberinto de la Cadena de bloques.
Escrito por: Jin Kwon, cofundador y director de estrategia de Saga, CoinTelegraph
Compilado por: Bai Shui, Jinse Caijing
La criptografía ha hecho grandes avances en la mejora del rendimiento de las transacciones. Las nuevas capas 1 (L1) y redes laterales ofrecen transacciones más rápidas y baratas que nunca. Sin embargo, un desafío central se ha convertido en el foco: la fragmentación de la liquidez: el capital y los usuarios están dispersos en un laberinto de cadenas de bloques en constante crecimiento.
Vitalik Buterin destacó en una reciente entrada de blog cómo el éxito de la expansión ha llevado a desafíos de coordinación impredecibles. Dado que hay tantas cadenas y tanto valor disperso entre ellas, los participantes enfrentan a diario las molestias de puentes, intercambios y cambios de billeteras.
Estos problemas no solo afectan a Ethereum, sino que también impactan en casi todos los ecosistemas. No importa cuán avanzada sea la nueva Cadena de bloques, siempre existe la posibilidad de que se convierta en «islas» de liquidez difíciles de conectar.
El verdadero costo de la fragmentación
La dispersión de la liquidez significa que los comerciantes, inversores o aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi) no tienen un único «pool» de activos que puedan utilizar. En cambio, cada cadena de bloques o sidechain tiene su propia liquidez fija. Para los usuarios que desean comprar tokens o acceder a plataformas de préstamos específicas, este aislamiento presenta múltiples problemas.
Cambiar de red, abrir una billetera dedicada y pagar múltiples tarifas de transacción está lejos de ser fluido, especialmente para aquellos que no entienden mucho de tecnología. La liquidez en cada grupo aislado también es más débil, lo que lleva a un aumento en las diferencias de precios y el deslizamiento de las transacciones.
Muchos usuarios utilizan puentes para transferir fondos entre cadenas, pero estos puentes a menudo se convierten en objetivos de ataques, lo que genera miedo y desconfianza. Si la transferencia de liquidez es demasiado complicada o riesgosa, DeFi no podrá obtener un impulso de desarrollo en el mercado masivo. Al mismo tiempo, los proyectos compiten por desplegarse en múltiples redes, de lo contrario, corren el riesgo de ser eliminados.
Algunos observadores están preocupados de que la fragmentación pueda obligar a las personas a regresar a unas pocas cadenas de bloques dominantes o intercambios centralizados, lo que socavaría la idea de descentralización que impulsó el auge de la cadena de bloques.
Reparación familiar, aún existe una brecha
Ya ha surgido una solución para este problema. Los puentes y los activos empaquetados han logrado una interoperabilidad básica, pero la experiencia del usuario sigue siendo problemática. Los agregadores entre cadenas pueden enrutar tokens a través de una serie de intercambios, pero a menudo no combinan la liquidez subyacente. Solo ayudan a los usuarios a navegar.
Al mismo tiempo, ecosistemas como Cosmos y Polkadot han logrado interoperabilidad dentro de su marco, aunque son dominios diferentes en el ámbito más amplio de las criptomonedas.
El problema es fundamental: cada cadena cree que es diferente. Cualquier nueva cadena o subred debe "insertarse" en el nivel inferior para unificar realmente la liquidez. De lo contrario, aumentará otro ámbito de liquidez que el usuario debe descubrir y conectar. Dado que las cadenas de bloques, los puentes y los agregadores se ven entre sí como competidores, este desafío se vuelve más complejo, ya que resulta en un aislamiento deliberado y hace que la fragmentación sea más evidente.
Integración de liquidez en la capa base
La integración de la capa básica resuelve el problema de la fragmentación de la liquidez al incrustar directamente las funciones de puente y enrutamiento en la infraestructura central de la cadena. Este enfoque aparece en ciertos protocolos de primera capa y marcos dedicados, donde la interoperabilidad se considera un elemento fundamental en lugar de un componente adicional opcional.
Los nodos de validación manejan automáticamente las conexiones entre cadenas, por lo que nuevas cadenas o redes laterales pueden iniciarse de inmediato y acceder a la liquidez de un ecosistema más amplio. Esto reduce la dependencia de puentes de terceros que a menudo traen riesgos de seguridad y fricción para los usuarios.
Los desafíos que enfrenta Ethereum en las soluciones de segunda capa (L2) heterogéneas destacan la importancia de la integración. Los diferentes participantes—Ethereum como capa de liquidación, L2 centrado en la ejecución, y varios servicios de puente—tienen sus propias motivaciones, lo que resulta en una liquidez dispersa.
La mención de Vitalik a este problema enfatiza la necesidad de un diseño más cohesivo. El modelo de capa base integrado integra estos componentes al momento de su lanzamiento, asegurando que los fondos puedan fluir libremente, sin obligar a los usuarios a navegar por múltiples billeteras, soluciones de puente o agregados.
El mecanismo de enrutamiento integrado también integra la transferencia de activos, simulando en segundo plano un fondo de liquidez unificado. Al capturar una pequeña parte del flujo de liquidez total en lugar de cobrar a los usuarios por cada transacción, tales protocolos reducen la fricción y fomentan el flujo de capital en toda la red. Los desarrolladores que implementan una nueva Cadena de bloques pueden acceder de inmediato a una base de liquidez compartida, mientras que los usuarios finales pueden evitar el uso de múltiples herramientas o enfrentar costos inesperados.
Esta atención a la integración ayuda a mantener una experiencia fluida, incluso con más redes en línea.
No es solo un problema de Ethereum
Aunque el artículo del blog de Buterin se centra en la consolidación de Ethereum, la fragmentación no está relacionada con el ecosistema. No importa si el proyecto se basa en una cadena compatible con la máquina virtual de Ethereum, en plataformas basadas en WebAssembly o en otras plataformas, si la liquidez está aislada, se producirá la trampa de fragmentación.
A medida que más y más protocolos exploran soluciones de capa base — incorporando la interoperabilidad automática en el diseño de sus cadenas — la gente espera que las redes futuras no dividan aún más el capital, sino que contribuyan a unificar el capital.
Un principio claro ha surgido: sin conectividad, el rendimiento no tiene sentido.
Los usuarios no necesitan preocuparse por L1, L2 o cadenas laterales. Solo quieren acceder sin problemas a aplicaciones descentralizadas (DApps), juegos y servicios financieros. Si la sensación de estar en una nueva cadena es la misma que operar en una red familiar, entonces habrá adopción.
Hacia un futuro unificado y fluido
La atención de la comunidad cripto sobre el volumen de transacciones revela una paradoja inesperada: cuanto más cadenas creamos para aumentar la velocidad, más se dispersan las ventajas de nuestro ecosistema, que radica en su liquidez compartida. Cada nueva cadena destinada a aumentar la capacidad crea otro fondo de capital aislado.
Construir la interoperabilidad directamente en la infraestructura de la Cadena de bloques proporciona un camino claro para abordar este desafío. Cuando los protocolos manejan automáticamente las conexiones entre bloques y enrutan los activos de manera efectiva, los desarrolladores pueden escalar sin dispersar su base de usuarios o capital. El éxito de este modelo proviene de medir y mejorar la fluidez del flujo de valor en todo el ecosistema.
La base técnica de este método ya existe. Debemos implementar estas medidas de manera seria y prestar atención a la seguridad y la experiencia del usuario.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
Saga Co-fundador: cada cadena es una isla, los Activos Cripto enfrentan una crisis de Liquidez
Escrito por: Jin Kwon, cofundador y director de estrategia de Saga, CoinTelegraph
Compilado por: Bai Shui, Jinse Caijing
La criptografía ha hecho grandes avances en la mejora del rendimiento de las transacciones. Las nuevas capas 1 (L1) y redes laterales ofrecen transacciones más rápidas y baratas que nunca. Sin embargo, un desafío central se ha convertido en el foco: la fragmentación de la liquidez: el capital y los usuarios están dispersos en un laberinto de cadenas de bloques en constante crecimiento.
Vitalik Buterin destacó en una reciente entrada de blog cómo el éxito de la expansión ha llevado a desafíos de coordinación impredecibles. Dado que hay tantas cadenas y tanto valor disperso entre ellas, los participantes enfrentan a diario las molestias de puentes, intercambios y cambios de billeteras.
Estos problemas no solo afectan a Ethereum, sino que también impactan en casi todos los ecosistemas. No importa cuán avanzada sea la nueva Cadena de bloques, siempre existe la posibilidad de que se convierta en «islas» de liquidez difíciles de conectar.
El verdadero costo de la fragmentación
La dispersión de la liquidez significa que los comerciantes, inversores o aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi) no tienen un único «pool» de activos que puedan utilizar. En cambio, cada cadena de bloques o sidechain tiene su propia liquidez fija. Para los usuarios que desean comprar tokens o acceder a plataformas de préstamos específicas, este aislamiento presenta múltiples problemas.
Cambiar de red, abrir una billetera dedicada y pagar múltiples tarifas de transacción está lejos de ser fluido, especialmente para aquellos que no entienden mucho de tecnología. La liquidez en cada grupo aislado también es más débil, lo que lleva a un aumento en las diferencias de precios y el deslizamiento de las transacciones.
Muchos usuarios utilizan puentes para transferir fondos entre cadenas, pero estos puentes a menudo se convierten en objetivos de ataques, lo que genera miedo y desconfianza. Si la transferencia de liquidez es demasiado complicada o riesgosa, DeFi no podrá obtener un impulso de desarrollo en el mercado masivo. Al mismo tiempo, los proyectos compiten por desplegarse en múltiples redes, de lo contrario, corren el riesgo de ser eliminados.
Algunos observadores están preocupados de que la fragmentación pueda obligar a las personas a regresar a unas pocas cadenas de bloques dominantes o intercambios centralizados, lo que socavaría la idea de descentralización que impulsó el auge de la cadena de bloques.
Reparación familiar, aún existe una brecha
Ya ha surgido una solución para este problema. Los puentes y los activos empaquetados han logrado una interoperabilidad básica, pero la experiencia del usuario sigue siendo problemática. Los agregadores entre cadenas pueden enrutar tokens a través de una serie de intercambios, pero a menudo no combinan la liquidez subyacente. Solo ayudan a los usuarios a navegar.
Al mismo tiempo, ecosistemas como Cosmos y Polkadot han logrado interoperabilidad dentro de su marco, aunque son dominios diferentes en el ámbito más amplio de las criptomonedas.
El problema es fundamental: cada cadena cree que es diferente. Cualquier nueva cadena o subred debe "insertarse" en el nivel inferior para unificar realmente la liquidez. De lo contrario, aumentará otro ámbito de liquidez que el usuario debe descubrir y conectar. Dado que las cadenas de bloques, los puentes y los agregadores se ven entre sí como competidores, este desafío se vuelve más complejo, ya que resulta en un aislamiento deliberado y hace que la fragmentación sea más evidente.
Integración de liquidez en la capa base
La integración de la capa básica resuelve el problema de la fragmentación de la liquidez al incrustar directamente las funciones de puente y enrutamiento en la infraestructura central de la cadena. Este enfoque aparece en ciertos protocolos de primera capa y marcos dedicados, donde la interoperabilidad se considera un elemento fundamental en lugar de un componente adicional opcional.
Los nodos de validación manejan automáticamente las conexiones entre cadenas, por lo que nuevas cadenas o redes laterales pueden iniciarse de inmediato y acceder a la liquidez de un ecosistema más amplio. Esto reduce la dependencia de puentes de terceros que a menudo traen riesgos de seguridad y fricción para los usuarios.
Los desafíos que enfrenta Ethereum en las soluciones de segunda capa (L2) heterogéneas destacan la importancia de la integración. Los diferentes participantes—Ethereum como capa de liquidación, L2 centrado en la ejecución, y varios servicios de puente—tienen sus propias motivaciones, lo que resulta en una liquidez dispersa.
La mención de Vitalik a este problema enfatiza la necesidad de un diseño más cohesivo. El modelo de capa base integrado integra estos componentes al momento de su lanzamiento, asegurando que los fondos puedan fluir libremente, sin obligar a los usuarios a navegar por múltiples billeteras, soluciones de puente o agregados.
El mecanismo de enrutamiento integrado también integra la transferencia de activos, simulando en segundo plano un fondo de liquidez unificado. Al capturar una pequeña parte del flujo de liquidez total en lugar de cobrar a los usuarios por cada transacción, tales protocolos reducen la fricción y fomentan el flujo de capital en toda la red. Los desarrolladores que implementan una nueva Cadena de bloques pueden acceder de inmediato a una base de liquidez compartida, mientras que los usuarios finales pueden evitar el uso de múltiples herramientas o enfrentar costos inesperados.
Esta atención a la integración ayuda a mantener una experiencia fluida, incluso con más redes en línea.
No es solo un problema de Ethereum
Aunque el artículo del blog de Buterin se centra en la consolidación de Ethereum, la fragmentación no está relacionada con el ecosistema. No importa si el proyecto se basa en una cadena compatible con la máquina virtual de Ethereum, en plataformas basadas en WebAssembly o en otras plataformas, si la liquidez está aislada, se producirá la trampa de fragmentación.
A medida que más y más protocolos exploran soluciones de capa base — incorporando la interoperabilidad automática en el diseño de sus cadenas — la gente espera que las redes futuras no dividan aún más el capital, sino que contribuyan a unificar el capital.
Un principio claro ha surgido: sin conectividad, el rendimiento no tiene sentido.
Los usuarios no necesitan preocuparse por L1, L2 o cadenas laterales. Solo quieren acceder sin problemas a aplicaciones descentralizadas (DApps), juegos y servicios financieros. Si la sensación de estar en una nueva cadena es la misma que operar en una red familiar, entonces habrá adopción.
Hacia un futuro unificado y fluido
La atención de la comunidad cripto sobre el volumen de transacciones revela una paradoja inesperada: cuanto más cadenas creamos para aumentar la velocidad, más se dispersan las ventajas de nuestro ecosistema, que radica en su liquidez compartida. Cada nueva cadena destinada a aumentar la capacidad crea otro fondo de capital aislado.
Construir la interoperabilidad directamente en la infraestructura de la Cadena de bloques proporciona un camino claro para abordar este desafío. Cuando los protocolos manejan automáticamente las conexiones entre bloques y enrutan los activos de manera efectiva, los desarrolladores pueden escalar sin dispersar su base de usuarios o capital. El éxito de este modelo proviene de medir y mejorar la fluidez del flujo de valor en todo el ecosistema.
La base técnica de este método ya existe. Debemos implementar estas medidas de manera seria y prestar atención a la seguridad y la experiencia del usuario.