Autor: Luke, Mars Finance
De la cima a la cumbre: un año de dos extremos.
Recordando la primavera de 2024, el ecosistema de Bitcoin brillaba como una supernova deslumbrante. El surgimiento del estándar de tokens BRC-20, apoyado por la ola de inscripciones del protocolo Ordinals, encendió el fervor del mercado. Las inscripciones —la innovación de incrustar datos únicos directamente en la unidad más pequeña de Bitcoin, el "satoshi"— hicieron que las actividades en la cadena despegaran como un cohete. Los precios de tokens como ORDI se dispararon, y algunos activos duplicaron e incluso multiplicaron su valor de mercado en solo unas pocas semanas. Proyectos como SATS y RATS también se unieron a la fiesta, ofreciendo retornos sorprendentes. El volumen de transacciones en la cadena de Bitcoin se incrementó drásticamente, las tarifas de Gas se dispararon y los ingresos de los mineros aumentaron. Este fue un momento dorado, donde la innovación, la especulación y la pasión se entrelazaron, como si presagiara una nueva era para Bitcoin —no solo como oro digital, sino como un ecosistema vibrante y descentralizado.